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miércoles, 2 de diciembre de 2015

2 de diciembre



Si, queridos lectores, ha llegado el momento...
 ¡HAY QUE PREPARARLO TODO PARA PONER EL ÁRBOL DE NAVIDAD!

Bueno y lo que no es el árbol de navidad, porque si eres un entusiasta de esta época del año tienes infinidad de posibilidades para inundarlo todo de magia y  convertir tu casa en un santuario para Santa Claus. 

Para decorar vuestra casa primero tendréis que decidir que partes de la misma queréis inundar de espíritu navideño. Y ahora, manos a la obra: 

1. Árbol de navidad: aunque podríais ir a buscar un bonito abeto al bosque, es una práctica ilegal; por lo que encontraréis bonitos árboles naturales en algún invernadero o, en su defecto y si vuestro presupuesto es reducido, un árbol de plástico en los negocios locales de los "chinos", que te costará abrir tres cuartos de hora y que soltará más hojas que pelusas un abrigo de pelo; pero, eso sí, a un módico precio. 

Cuando tengáis el árbol ya solo os queda bajar al trastero, o subir al desván, a por esa caja que lleva en vuestra familia desde hace décadas y que contiene numerosos adornos para colgarle a tu arbolito: bolas (la mitad sin hilo para colgar), lazos, campanas, muñequitos, etc. Siempre puedes elaborar tú mismo algún adorno para hacer una decoración más personalizada. También se pueden añadir luces, muchas luces para inundar la casa de navidad. Eso sí, antes...


2. Belén (este es a gusto del consumidor): estamos de acuerdo en que este elemento decorativo se utilizará en función de la cultura familiar. Si se decide utilizarlo se puede: comprar uno muy sencillo formado por las figuras principales (pesebre, el niño, la Virgen María y San José) o uno muy completo con muchas figuras (el sencillo incluyendo pajar, molino, reyes magos, pastores, camellos, etc.). Y como es tradición familiar, no podemos olvidarnos del típico belén con el gormiti de tu hermano ;) 

3. Decoración de exteriores: si además de inundar el espíritu navideño por tu casa, quieres propagarlo de puertas para fuera, puedes hacerlo de varias maneras. En primer lugar, las luces, para que cualquiera que pase por tu calle vea que tienes complejo de 'El Corte Inglés'; también, puedes poner una corona navideña o muérdago en tu puerta para que tus vecinos sepan que te encanta la navidad (y los besis). O, si no, siempre puedes poner a un señor regordete, vestido de rojo y con barba blanca colgado de tu balcón para que Santa Claus se sienta bienvenido. (También podéis colgar a vuestro 'cuñao'). 

Pero no os paséis tanto

4. Extras: aquí podemos meter todo lo demás. Desde los calcetines para poner en la chimenea o, en su defecto, la puerta de tu habitación; el espumillón para poner por todos los sitios que pilles de tu casa, adhesivos para los cristales de las ventanas, Papás Noeles que cantan, etc. 

Y, bueno, si aún os habéis quedado con más ganas de decorar vuestra casa  y de llenar cada esquina ABSOLUTAMENTE de Navidad, podéis seguir leyéndonos porque nuestro 'Cuaklendario de Adviento' continúa...

#OsCuaQueremos


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